
Dr. Carlos Brown
Presidente MPA
"Sin producción federal ni políticas de desarrollo".
Carlos Brown, presidente del Movimiento Productivo Argentino, critica la falta de apoyo del Ejecutivo en el desarrollo productivo del país, puntualiza que el éxito del Gobierno en las Elecciones Primarias se centró en el exacerbado consumo y enfatiza sobre las oportunidades que se están perdiendo para promover la producción que realmente se necesita.
-¿Cuál es el grado de desarrollo regional que hay en la Argentina?
Hay un crecimiento inorgánico, fruto de una inexistencia total de políticas de desarrollo regional. La gente se agolpa en grandes centros urbanos pero no hay infraestructura ni logística: los costos operativos de regiones alejadas son notablemente superiores a los de las regiones de alto consumo. Esto se va agravando día a día. Es cuestión de ver las villas de emergencia y la concentración poblacional en grandes ciudades; el Gran Rosario, el Gran Córdoba, el Gran Mendoza y el Gran Buenos Aires son una muestra acabada de esta situación. Por eso el país tiene necesidad de políticas de desarrollo regional. Nosotros desde el Movimiento Productivo vivimos planteando esta necesidad y estamos convencidos que, en la medida que no se revierta, vamos a tener un país que sufrirá grandes inconvenientes.
-¿Cómo apoya su entidad a la comunidad productiva?
Lo hacemos a través de distintas estructuras. Tenemos tres áreas que trabajan en forma conjunta: la académica, la productiva y la de desarrollo económico y cooperativo que hacen una tarea permanente de asesoramiento, cursos, charlas y de presencia en distintas exposiciones. También realizamos tareas conjuntas con otras entidades, concretamente organizaciones de distintos signos partidarios. En estos años nos hemos transformado en un centro de pensamiento estratégico que muchísima gente lo reconoce con gran respeto y consideración.
-¿Cuál fue la queja más común que recogió de los empresarios en el MPA en todo este tiempo?
La falta de políticas ciertas que garanticen una mediana inversión y seguridad en lo que se va a hacer. Un analista internacional, muy reconocido, decía que en la Argentina se dan dos circunstancias negativas. Por un lado, las divisas que se van y, por el otro, las divisas que no vienen. Tenemos empresarios que logran buenos resultados económicos con bajos niveles de inversión y que mandan sus ganancias al exterior. En dos años, se han ido 65 mil millones de dólares. Cifras oficiales del Ministerio de Economía señalan que hay argentinos viviendo en el país con dinero radicado en el exterior por 200 mil millones de dólares. Eso equivale al producto bruto interno de un año. Son cifras realmente inconmensurables que dicen que si la Argentina no hubiera dejado escapar esos capitales propios y, al mismo tiempo, hubiera tenido los niveles de inversiones extranjeras similares a la región, hoy tendría que tener un desarrollo mucho más consolidado con relación a los años que vienen. No dependiendo del valor de commodities sin valor agregado, sino con commodities y dentro del esquema de la agroindustria con su valor agregado.
-Ahora es difícil ponerse de acuerdo con una oposición o un espectro político tan fragmentado como el actual, ¿no es cierto?
No es un problema de la oposición, que si bien debe controlar una buena acción de gobierno, el que tiene que hacer la buena gestión es el oficialismo. Sucede que tenemos un oficialismo que lejos está de entender esto que señalo y eso lo dice todo el mundo. El Gobierno cree en la confrontación con los sectores productivos y en sacarle lo más que se pueda mientras dure. Es como quien ordeña a una vaca pero no le da pasto; para que uno saque leche de una vaca hay que alimentarla. Acá se está castigando al sector de la producción, no se lo está alimentando.
Sólo por Consumo y Extorsión
“Hay un concepto consumista actual que apoya por oportunidad al Gobierno”, continua diciendo Carlos Brown. “Lamentablemente, estamos acostumbrados a vivir el día a día. Es muy difícil que alguien del común imagine el futuro, cuando es responsabilidad de los dirigentes y de los estadistas la visualización correspondiente; como lo hace un jefe de manada que visualiza el peligro y acá eso no ocurre. Hoy se esta diciendo que hay pasto, que comamos, pero nadie mira si eso va a ser objeto de una reposición o qué sucederá cuando se termine el alimento”, afirma.
-Hace aproximadamente dos años, el Dr. Duhalde supo denunciar en el Gobierno una especie de liderazgo extorsivo. ¿Se percibió esto en la queja de los empresarios dentro del ámbito del Movimiento Productivo Argentino?
Hay claramente un problema que no surge tanto en los que vienen al Movimiento Productivo sino en los que ni siquiera se animan a venir. Claramente un sector del empresariado está amenazado. No porque le pongan una pistola, sino porque le dicen “haga esto y esto porque sino va a ser investigado, no va a tener crédito y no va a tener beneficio”. El poder del Estado es tan grande, que termina aglutinando a su alrededor tanto que nadie puede dejar de acompañar, ni dejar de decir que sí. Es una barbaridad, no estamos en una democracia. Fíjense lo que ha pasado ahora con el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, que ha castigado a los medios de información porque reflejan la opinión de la oposición con respecto a un acto eleccionario. Ya ni siquiera se acepta que los medios periodísticos recepten la opinión de aquellos que no están de acuerdo con el Gobierno. Esto lo dice nada más y nada menos que un ministro. Estamos viviendo una situación grave, pero lamentablemente la economía puntual manda y no la economía de proyección. La prospectiva no es el arte de este Gobierno. El ciudadano común, al cual tampoco podemos exigirle cosas porque quiere vivir tranquilo, ve el día a día y funciona de acuerdo a eso. Vuelvo a insistir: no es responsabilidad del ciudadano común, sino del dirigente. El error de la oposición es no haber llegado al ciudadano común con el mensaje suficientemente claro, para que éste se de cuenta de que hay peligros.
-¿Qué necesitan los productores?
Necesitan de seguridad jurídica, de estabilidad en el sentido de las reglas y de las pautas. También necesitan que haya un Gobierno que acompañe los procesos de producción y de trabajo, que lo haga en forma convencida y sistemática, no para sacarle beneficios vinculados a temas impositivos sin dar nada a cambio. Cuando no hay crédito, ni seguridad jurídica, lo único que hay para decir es “de lo que vos te llevas, la tercera parte me la quedo yo”. Hay otros lugares para invertir en la región: actualmente es mucho más interesante hacerlo en Perú, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay o Colombia, que en la Argentina.
-Se afirma que la Argentina es federal, ¿es así desde el punto de vista de la producción?
No, la Argentina no es federal ni del punto de vista de la producción, ni del punto de vista impositivo, ni del punto de vista del reparto de esa recaudación impositiva, ni del punto de vista de las decisiones políticas. La Argentina es federal en su constitución, o sea, en su ámbito formal. Pero claramente tiene, hoy más que nunca a partir del gobierno de los Kirchner, un concepto unitario que nos está haciendo mucho daño.
-Pasando al tema de la industria nacional, ¿considera que hubo un avance o un retroceso?
La industria nacional es muy importante y podría serlo aún mucho más. Sobre todo la industria nacional vinculada con la agroalimentación y los procesos de industrialización del campo, y vinculada con el tema del parque automotor en la industria automotriz. La industria argentina ha avanzado a pesar de no tener los acompañamientos que debería tener.
-¿Cuál es el futuro que usted imagina para el país si seguimos en esta senda?
El futuro de la Argentina es muy bueno porque a pesar de los malos gobiernos, el país crece y con porcentajes altos. Lo que pasa es que ese crecimiento no está acompañado por un desarrollo armónico y ahí esta el primer drama. El segundo, es que la Argentina podría estar creciendo mucho más todavía y por sobre todo en la calidad que podría ofrecer al mundo, pero no lo está haciendo. Seguimos trabajando con commodities, que tienen un valor agregado porque una semilla ya tiene un valor biotecnológico muy grande, pero podría ser muchísimo más significativo todavía. Hay crecimiento, pero sin acompañamiento fuerte de desarrollo armónico y con una indebida distribución de la riqueza.
Publicado en revista MPA, edición octubre/noviembre 2011
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