El Municipio clausuró la
fábrica de empanadas Morita
El negocio incumplía normas
vinculadas a la salubridad y a la habilitación. La acción fue el
resultado de varias visitas y reiteradas denuncias de los vecinos.
En el marco del Plan Anual de Fiscalización, el Municipio de San Martín clausuró una
importante industria alimentaria ubicada en Villa Lynch, por no estar en las condiciones de salubridad
necesarias para la elaboración de alimentos e incumplir diversos requisitos correspondientes a la habilitación.
En ese sentido, la
Dirección de Gestión de Riesgo y Control Operativo, junto con las direcciones
de Gestión de Riesgo y Control Tributario y la de Bromatología realizaron una
inspección en la empresa Morita, dedicada a la fabricación de empandas y
pizzas, que distribuye sus productos en Capital y distintas localidades de la
Provincia de Buenos Aires.
Los inspectores
verificaron que las condiciones de salubridad del establecimiento no eran aptas
en concordancia con los estándares correspondientes al rubro alimenticio.
Asimismo, la obstrucción de los medios de escape, la falta de señalización e
iluminación de emergencia, la falta de capacitación contra incendios, la
existencia de empleados sin libreta sanitaria y la emanación de efluentes
gaseosos sin declarar.
“Con estos
operativos, buscamos que las industrias radicadas en el distrito desarrollen
sus actividades de manera segura, en las condiciones de higiene necesarias,
cumpliendo con las normas ambientales y el uso del espacio público. Y para eso,
es fundamental la participación de la sociedad, como en este caso”, afirmó el subsecretario de Economía y Hacienda, Héctor Grosso.
Esta acción fue el
resultado de varias visitas, luego de reiteradas denuncias de los vecinos de la
zona, principalmente por uso indebido del espacio público, inadecuado manejo de
los residuos generados por la actividad y las condiciones de salubridad.
A su vez, se suma a los
operativos de fiscalización masiva, a través de los cuales el Municipio, de
forma sistemática, apunta a verificar el cumplimiento de las obligaciones,
promover una mayor equidad e incrementar la percepción de riesgo, para los que
incorporó nueva tecnología –tablets e impresoras- y recurso humano, a fin de
garantizar la transparencia de los procedimientos.
Primero, a través del Sistema
de Información Geográfica (SIG) incorporado el año pasado, selecciona la zona a
controlar, priorizando aquellas áreas de alta densidad comercial, para después
intercalar lugares periféricos.
Luego, desde un nuevo sistema
web, se solicita al director del área la aprobación de la orden de
fiscalización masiva, por lo que queda registro de la zona, de los agentes
involucrados en cada operativo, y del equipamiento informático asignado,
información que puede ser consultada de forma online por los contribuyentes
visitados.
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